La
selección natural es el proceso por el cual una especie se adapta a su medio
ambiente. La selección natural lleva al cambio evolucionario cuando individuos
con ciertas características poseen una tasa de supervivencia o reproducción más
alta que los otros individuos de la población y pasan estas características
genéticas heredables a su progenie. Puesto en forma simple, la selección
natural es la diferencia consistente en la supervivencia y la reproducción
entre genotipos diferentes, o hasta en genes diferentes, en lo que podríamos
llamar el éxito reproductivo. [Un genotipo es un grupo de organismos que
comparten un conjunto genético específico.]
La
selección natural es importante porque es la idea central que surgió de los
estudios de Charles Darwin y de Alfred Russel Wallace, y que explica al diseño
en la naturaleza. Es el proceso que es responsable por la evolución de las
adaptaciones de los organismos a su medio ambiente.
El
libro de Darwin Sobre el
Origen de las Especies por Medio de la Selección Natural causó una
gran controversia cuando fue publicado en 1859. Por supuesto, la evidencia en
apoyo a la evolución y a la selección natural se ha acumulado con el tiempo, y
ahora la ciencia acepta que la evolución es un hecho y que la selección natural
explica muy bien como ocurre la evolución adaptativa.
- Selección estabilizadora
Estabiliza, fija caracteres y frena el
proceso evolutivo, es decir, el que produce cambios en los organismos. Se
produce cuando, para un determinado rasgo fenotípico, existe una variabilidad
genética grande y la mayoría de individuos tienen valores intermedios. Además,
la mayor eficacia
biológica se da para dichos rasgos intermedios. Por otro lado,
existe un pequeño grupo de individuos que presentan valores extremos del
fenotipo. Estos tendrán una capacidad baja para transmitir sus genes a la
descendencia, es decir, poca eficacia biológica.
Con el transcurso del tiempo, los individuos con valores extremos van desapareciendo. En este caso, la selección natural ha actuado eliminando los fenotipos más alejados del promedio, ha estabilizado caracteres y ha reducido la diversidad genética.
Con el transcurso del tiempo, los individuos con valores extremos van desapareciendo. En este caso, la selección natural ha actuado eliminando los fenotipos más alejados del promedio, ha estabilizado caracteres y ha reducido la diversidad genética.
Un
ejemplo de selección natural estabilizadora, que fija los caracteres
intermedios, se da en los ungulados.
Los ciervos macho compiten por las hembras. Se podría pensar que, con el
tiempo, sobreviven los ejemplares más grandes y poco a poco los ciervos se
harían enormes. Sin embargo, el análisis de las pinturas rupestres muestra que
el tamaño del ciervo no ha cambiado mucho en los últimos miles de años. Se ha
observado que los ciervos excesivamente grandes son demasiado “ambiciosos” y
reúnen harenes de hembras muy numerosos, que a su vez atraen a más
competidores. Como resultado, los ciervos más grandes emplean más tiempo en
luchar que en aparearse, mientras que los ciervos medianos se cuelan en los
harenes y se reproducen. Se ha dado, por tanto, un proceso estabilizador en el
tamaño de los ciervos.
- Selección orientada
se
produce cuando hay un amplio rango de valores para un determinado rasgo
fenotípico. Como consecuencia de algún cambio en el ambiente, tan solo los
individuos de una zona del rango de valores tienen alta eficacia biológica. Con
el tiempo, el resto de fenotipos tiende a desaparecer. En este caso sí ha
habido evolución. Para ello, es fundamental que antes haya amplia diversidad
genética.
- Selección disruptiva
se
da cuando los valores de alta eficacia biológica se encuentran en los valores
extremos de un rasgo fenotípico, mientras que los valores intermedios tienen
baja eficacia. Si esta desciende hasta cero en esta zona intermedia, los
genotipos con estos rasgos acabarán desapareciendo, y como resultado final se
produce una ruptura en dos poblaciones diferenciadas, que puede llevar incluso
a la especiación.
Por
ejemplo, los insectos hoja usan su color para camuflarse. Los individuos verdes
se camuflan bien en hojas vivas, y los de color pardo en las hojas muertas. Sin
embargo, los individuos intermedios, de color amarillos, no se pueden camuflar
en ningún sitio y tienen menor eficacia biológica.